El envejecimiento poblacional es un hecho completamente constatado, no solo en los países occidentales, sino también en aquellos que se encuentran en vías de desarrollo. A nivel dermatológico, al igual que ocurre con el funcionamiento de otros sistemas del organismo, el paso del tiempo también deja sus secuelas. Algunas de esas secuelas afectan seriamente la salud de quien las padece: úlceras, tumores, infecciones Buena parte de estas patologías son prevenibles con unos cuidados correctos (higiene, hidratación, uso de fotoprotección ), y otras, como las úlceras vasculares o las neuropáticas, pueden evitarse combatiendo las patologías de base. Es evidente, por lo tanto, que es necesario conocer cuáles son las características de la piel del anciano, así como cuáles son los cuidados más adecuados y las acciones que deben desterrarse, con el fin de evitar o retrasar la aparición de las diferentes patologías cutáneas asociadas al envejecimiento, patologías estas que, desgraciadamente, van más allá de la aparición de arrugas o el blanqueamiento del pelo..