Tomás Bermejo es uno de los miles de jóvenes que a finales de los años cincuenta acaban de llegar a Catalunya en busca de un empleo digno. No es un hombre afortunado y meses después, cuando por fin ha conseguido trabajo y piso, pierde a Nati, su mujer, tras el parto de su primer hijo. Sin familia ni amigos a los que recurrir, no consigue ocuparse del recién nacido y decide confiarlo al cuidado de un seminario con el propósito de recuperar su tutela cuando su situación lo permita. Poco tiempo más tarde, con un buen salario y mejores expectativas, Tomás regresa esperando salir de la institución religiosa en compañía del niño. Pero nada ocurre como imagina.