Wallace Stevens decía que la realidad es la base de todo pensamiento, pero también que la poesía es el sustento de nuestra realidad.El sistema de Stevens es explícito, pero recurrente y paradójico. El campo sobre el cual trabaja la poesía es lo que Aristóteles hubiera denominado naturaleza y él llama realidad; no simplemente el mundo físico externo sino ?las cosas como son?: un proceso existencial que, como señala Northrop Frye, incluye la vida humana en el nivel de absorción en la rutina. La rutina sólo puede quebrarse mediante un acto de conciencia, revolución que desata una actividad mental cuyo centro es la imaginación. No existe para el hombre otra libertad que la emanada de la conciencia de su estado; y si el mundo que la imaginación crea es un mundo terreno y humano, no por eso será menos misterioso y brillante. Sólo en él puede haber una felicidad que venza al tiempo, la tragedia personal y la catástrofe política.
Del prólogo de Marcelo Cohen