Este volumen, que refleja su talento y personalidad, reúne las cartas de Stefan Zweig con personalidades tales como Sigmund Freud, Rainer Maria Rilke y Arthur Schnitzler. Si hubiera que caracterizar dicha correspondencia, la mantenida con Freud podría calificarse de respetuosamente admirativa, las de Rilke de corteses y objetivas, y las de Schnitzler de estimulantes y amistosas.