La obra de Charles Perrault es una recopilación de cuentos tradicionales que ya existían en la cultura popular europea y circulaban oralmente. La habilidad del autor consistió en captar estas narraciones y darles forma literaria, enmarcándolas dentro de una estructura formal que las hizo accesibles a un público más amplio y diverso. En su obra se percibe la influencia de la narrativa oral, pero también la intervención de un escritor culto que emplea referencias clásicas y temas propios del Renacimiento. Este aspecto de la labor de Perrault resulta fascinante: lejos de inventar sus cuentos, les otorgó vida perdurable, conservando su esencia popular y añadiéndoles una sofisticación que los elevó a la categoría de clásicos. Este patrimonio literario sigue siendo un pilar fundamental de la literatura universal y una fuente de reflexión sobre los aspectos más profundos de la condición humana. Sus cuentos, con personajes que encarnan valores y defectos universales, representan tanto a la sociedad de su época como los aspectos atemporales de la naturaleza humana.