El detective Dirk Gelntly jamás descarta nada en sus investigaciones, y menos que nada, lo imposible. Y para resolver sus casos prefiere recurrir a la física cuántica antes que a las huellas dactilares. Así pues, cuando le encargan la búsqueda de un gato perdido, Dirk acaba encontrando dos fantasmas, un Monje Eléctrico venido de otra dimensión y un secreto que puede acarrear el fin de la humanidad.