En un pueblo olvidado de calor agobiante, una huelga en el cementerio hace que las moscas ocupen cada rincón ensuciándolo todo. Una joven deforme crece bajo la crueldad de una madre ausente dueña y señora y un padre débil que mira al río, hasta que la llegada de dos forasteros con sus biblias trastoca el orden del lugar. Con una prosa envolvente, Luciana De Luca nos sumerge en una historia que incomoda, devora y deja una marca imborrable.