En donde resistimos, que tienes entre manos, se dejó sentir y comenzó a escribirse después de una visita invernal a la Casa del poeta en Moguer. Tras ella, acudieron destinos, instantes, conversaciones. También los días extraños. Y aquello que nos ha permitido soportar el rigor del refugio: el amor, el alba y la tarde, las lecturas, las interrogaciones, los paisajes, lo necesario, las lluvias y lo inútil. Los estadios humildes en donde hemos resistido.