«¿Podemos entendernos como contemporáneos de nuestros padres, ser intempestivos a su lado?» Un libro repleto de hallazgos, escrito con honestidad, humor y genio. Otro libro memorable de Juan Villoro. «¿Hasta dónde podemos recuperar una memoria ajena? ¿Es posible entender lo que un padre ha sido sin nosotros? Ser hijo significa descender, alterar el tiempo, crear un desarreglo, un desajuste que se subsana con pedagogía, a veces con afecto o transmisión de conocimientos». Juan Villoro relata en La figura del mundo algunos pasajes memoriosos en torno a su padre, el pensador mexicano-catalán, Luis Villoro. Sin el afán de escribir una biografía en estricto sentido, Juan evoca aquí la vida singular de quien fuera filósofo, luchador social, zapatista y autor de una obra fundamental. En este libro hace una aproximación a una figura a la vez íntima y pública, adentrándose en las complejidades de cualquier vida, narrando con maestría instantes que se desdoblan para entender el ubicuo presente. Recupera así la esencia de un padre quien estuvo presente en la vida familiar de un modo intangible, un padre que debe ser indagado por un hijo que intuye sus afectos y renueva, de este modo, el pasado. Escrito con gran sensibilidad y agudeza, este libro condensa el asombro y la emotividad de un autor para el que la escritura se convirtió en «una permanente carta al padre».Sobre el autor se ha dicho: «Villoro es uno de los escritores latinoamericanos que mejor piensan la literatura en este momento».
Patricio Pron «Juan Villoro es, ante todo, uno de los grandes escritores latinoamericanos con que contamos hoy día».
Juan Ángel Juristo, ABC Cultural«Villoro es uno de los novelistas más importantes y mejor exportados de México». Nadal Suau, El Cultural «Por esa combinación de cotidianidad y rareza, melancolía y humor, leemos a Villoro con avidez».
Hugo Hiriart «Sé que a la horade los fantasmas Villoro juraría como cuentista, pero lo tengo entre nuestros mejores críticos».
Christopher Domínguez Michael «Un excepcional ensayista. Los ensayos de Villoro permiten volver a las obras discutidas con una mirada más amplia y renovada. De eso se trata».
Edmundo Paz Soldán