Este libro obtuvo el premio Nacional de Poesía y puede leerse como el testamento creador de Valente. Resumen y culminación de su obra, en sus versos se dan cita el impulso elegíaco y el canto amoroso, la indagación metafísica y el diálogo siempre fecundo con el arte y la naturaleza. El resultado es uno de los libros mayores de nuestra poesía.