«Estaba todavía demasiado cerca ese tiempo de oscuridad del que veníamos y nos resultaba difícil calcular el límite de la tolerancia y la dimensión del riesgo.Vivir siempre con un cierto temor a ser descubiertas, disimular y evitar las manifestaciones públicas de amor terminó convirtiéndose en un hábito [à].―Sí, somos dos ancianas y todavía nos amamos, ¿qué pasa?».
Extraña, singular e increíblemente nítida y poliédrica; la ópera prima de Julia Huedo Berenguer es como un prisma sobre el que incide la luz y se pierde en una cascada de colores. Es como asomarse a las formas de un caleidoscopio y ver cómo encajan las piezas para, inmediatamente después, ver como se deshacen. Sin duda, no hay mejor forma de presentar tu vida que a través de estas memorias noveladas aglutinadas bajo un título dual cargado de significado, Ingrid o Humphrey: vivir en la bisagra.
Esta narración se cimienta en distintos tiempos: los fragmentos de la infancia, tintados con los anhelos truncados del aire renovador de la II República y los sofocos de la Guerra Civil y la posterior dictadura; la muerte de la abuela y el primer