Una serpiente con las mejillas suaves como las de un bebé; una mantis religiosa borrachina que pasa el verano bebiendo limoncello; la sagrada familia de perros callejeros... Éstos son sólo algunos de los héroes que pueblan el universo mágico de Umberto Pasti. Animales sorprendentes y encantadoras flores protagonizan el relato cautivador y un poco melancólico.