Este cómic tiene por protagonistas a los elementos químicos y como escenario la tabla periódica. Se trata de un homenaje a los noventa elementos que componen todo lo que existe en la naturaleza y a los veintiocho que han sido creados por el ser humano. Porque todo, absolutamente todo -estrellas, nubes, alimentos, tu propio cuerpo...-, está compuerto por ellos.