En el año 1844, uno de los más productivos de su carrera, publica Søren Kierkegaard, en el plazo de unos pocos días, los tres escritos aquí reunidos: Migajas filosóficas, El concepto de angustia y Prólogos. Su heterogeneidad estilística y la diversidad de su contenido hacen que aparezcan con la firma de tres pseudónimos diferentes: Johannes Climacus, Vigilius Haufniensis y Nicolaus Notabene, respectivamente.
Las Migajas exponen las limitaciones del pensamiento filosófico cuando se trata de la apropiación individual de la verdad. Climacus dirige su mirada al tipo de aprendizaje de la verdad representado por la mayéutica socrática y por el cristianismo.
El concepto de angustia emprende una discusión conjunta de la cuestión psicológica de la angustia y de la cuestión dogmática del pecado hereditario. La angustia se caracteriza por su ambigüedad psicológica, por ser una «antipatía simpatética». Como escribe Kierkegaard en su Diario, «la angustia es un poder extraño que se apodera del individuo, pero liberarse de él es algo que el individuo no puede y no quiere, puesto que uno teme, pero lo que uno teme es lo que uno desea».
Los Prólogos son reflejo del particular interés prestado por Kierkegaard a esta forma literaria. Se trata de una serie de ocho prólogos a libros inexistentes, precedidos a su vez por un prólogo que reclama la emancipación del texto «prologal» en su ambigua naturaleza: poder «tratar sobre nada».