Mirabilia, libro de las maravillas. O gabinete de curiosidades, singularidades u objetos del asombro, tan posibles como soñados. Imaginario del mundo y sus espacios, de aquello que aguarda en ángulos aún no muy conocidos ni transitados del saber, la comprensión o la intuición. Territorio, tal vez, de la magia. Libro de escritura fragmentaria, que podría ser el inventario de un extraño museo contemporáneo, donde, asombrosamente, también figura el propio libro, en un juego de espejos en el que queda atrapado quien lo lee. Se cifra en estas páginas un universo que asoma por las grietas de lo perceptible, siempre en los márgenes de lo conocido, así sean desiertos ignotos, mares australes o polos geográficos. Para descubrirlo, recrearlo e imaginarlo se necesitan las pala-bras justas y quizás algún dibujo afortunado. Entren, pues, y observen un horizonte donde se difuminan realidad y ficción.