El pensador húngaro Béla Hamvas parece un duende que recorre todos los mundos, el orgánico y el inorgánico, el espiritual y el material, Oriente y Occidente; en todos encuentra algo que lo deslumbra. Y transmite a los lectores esa luz y plenitud, ya hable en sus textos sobre un huerto, sobre los días de septiembre, sobre un templo griego, sobre Béla Bartók, sobre literatura, sobre la Edad de Oro o sobre lo órfico en el arte.