«La palabra ôlocuraö denota nuestra experiencia. Con ella nos identificamos, aunque algunos la usen para ofendernos [...] Estamos orgullosos de haber resistido el maltrato que nos han dado desde la superioridad en número y en brutalidad. Si otros movimientos, como el de las mujeres, el de los negros y el de las personas homosexuales, han podido sobreponerse a la ignorancia y a la desacreditación, el nuestro también se levantará para reclamar nuestro derecho a ser lo que somos: ôlocosö y ôlocasö.» El campo de la salud mental está siendo cada vez más cuestionado. Las etiquetas, el recorte de autonomía, el biologicismo, el paternalismo, las contenciones mecánicas, el electroshock o la sobremedicación son algunos de los aspectos que están dejando de disfrutar de una inercia incuestionable. En su lugar, crecen las propuestas relacionadas con el apoyo mutuo, la horizontalidad, la autogestión y la autonomía. Al frente de estos planteamientos está el movimiento activista en primera persona. Iniciativas como la organización en diferentes lugares del Mad Pride («Orgullo Loco») o las experiencias de los Grupos