Grito hasta quedarme sin voz, recorro mi oscuridad antes, durante y después del desgarro. Lloro en cada grieta que me encuentro, y con las flores que salen hago un ramo.Este libro ha dado sentido a cada día que, aun sin quererlo, me he levantado. Me ha ayudado a salir de la oscuridad y a apreciar cada cachito de luz que entraba en el pozo.Me ha enseñado a luchar y a negociar con los monstruos que a todos nos atormentan en algún momento de la vida. Y me ha vuelto a enseñar el camino que tengo que recorrer siempre para volver a quererme.Me he encontrado a lo largo de las páginas escritas y, al igual que a mí, no te dejará indiferente. A veces, para llegar a la cordura hay que pasar por el delirio; porque nadie dijo que fuese fácil ese camino.