Testimonio de una generación vencida, de la revolución derrotada de la «Nueva Izquierda», a partir de los ochenta Piergiorgio Bellocchio supo ver ―a la manera de Pasolini: con sensibilidad, rabia, desesperación y melancolía― la nueva mutación antropológica de los italianos, que renegaban por completo de viejas nociones como lucha de clases, revolución o comunismo, y se entregaban a la sociedad total del consumo, el ocio y el cretinismo de masas.
Los textos diarísticos y aforísticos de la trilogía «Limitar el deshonor», del que este libro es el segundo volumen, constituyen una autobiografía exhaustiva y descarnada de su propia vida ―relaciones familiares, aspiraciones creativas, militancia revolucionaria―, pero ante todo una autobiografía crítica de la Italia de la segunda mitad del siglo veinte, cumpliendo así la misión del escritor según Walter Benjamin: pasarle a la historia el cepillo a contrapelo, esto es, mostrar la otra cara de la historia, la de los vencidos, con sus padecimientos y sus resistencias. Amén de ser un gran crítico literario Bellocchio fue, casi de forma ún