La soledad, la apatía, las enfermedades del alma que corrompen la ilusión de los hombres y mujeres. Ésta es una introspección a todos aquellos recovecos de la mente del autor, enfermizamente desolado, que le atormentan del alba al crepúsculo, con el fin de lanzar un último grito de auxilio a la sociedad. A lo largo de los poemas recogidos en Sueños vacuos, corazones felices, se vislumbran los temores del autor, así como los pensamientos profundamente melancólicos que atropellan su cordura.