La provincia de Texas, en la que se centra este libro, tenía una baja densidad de población y aparente desinterés político y militar para España, siendo a la vez zona avanzada de frontera, foco de conflictos y tensiones, al igual que espacio de convivencia y confrontación. A lo largo del libro se muestra cómo San Antonio de Béjar, desde su fundación en 1718, fue adquiriendo un protagonismo cada vez mayor en todo este ámbito hasta su pérdida tras la independencia de México, en 1821. Se hace un largo recorrido por las diferentes estrategias políticas que España fue desarrollando con el fin de ocupar y mantener unos territorios que, aunque se encontraban bastante alejados de la ciudad de México, se antojaban vitales para la supervivencia del virreinato. La cambiante política europea, la resistencia de las naciones indígenas que habitaban aquella área y la expansión de Estados Unidos hacia el oeste fueron los agentes fundamentales para determinar qué estrategia adoptar en cada momento.