Un intenso poemario, el relato del final de una relación amorosa.«Una prosa limpia, poderosa y personal.» Lara Moreno
«Un talento poco común. Un hallazgo.» Elena Costa, El Cultural
«[Tiene] una brutal capacidad para narrar el silencio.» Belén Gopegui
Estos poemas están escritos entre los años 2014 y 2022, en tres golpes de escritura que se extendieron a lo largo de uno o dos meses en cada caso. Quizá pueda parecer poca producción para ese intervalo de tiempo, pero como Aroa Moreno dice en el prólogo, «nunca he forzado a la poesía». Son treinta y dos poemas que tienden la mano al lector, y dan cuenta de fragmentos de la vida de una mujer que ya ha cumplido con alegría cuarenta y dos años.
Se trata de poemas que mantienen un diálogo con algunas ideas que alguna vez la autora se susurró a sí misma, que atraviesan su biografía y son un intento por sostener todo el torrente emocional por el que pasaba, y que encontró buen cauce a través de estos versos. No responden a las cuestiones que solemos considerar más importantes, tampoco pretenden ser un dogma ni un compendio, no están hechos ni de la felicidad más grande ni de los días más limpios, pero sí de aquellos momentos en los que la autora perdió el mundo de vista. En sus propias palabras: «Si las novelas han sido una indagación llena de mecanismos levantados artificialmente cuya conclusión, si la hubiera, solo la he sabido después de escribirlas, estos poemas intentan apresar el estruendo a medida que se iba descargando sobre mí. No sé si lo habré conseguido».