Michel Henry es uno de los grandes de la filosofía europea de hoy. Su larga reflexión se ha interesado por temas de actualidad, pero sobre todo por las cuestiones relativas al cuerpo, la vida, la afectividad y el inconsciente. Este libro es una buena carta de presentación en España de la obra filosófica de Henry. A lo largo de sus más de trescientas páginas, el pensador francés reflexiona sobre el concepto radical de Vida desde la fenomenología, para ofrecer una nueva, original y vigorosa idea de la Verdad que brota del cristianismo. Al oponer de manera original la Verdad de la Vida y la verdad del mundo, da entrada a la figura del Jesús de Nazaret entendiéndolo como Cristo. La idea de un Dios hombre provoca en el pensador la necesidad de situarse dentro del movimiento de la Vida para comprender la coherencia nacida de un primer Viviente a partir del cual todos los demás vivientes son posibles. El cristianismo se entiende, pues, como venero filosófico donde buscar una nueva concepción del hombre que subvierte las clásicas comprensiones derivadas exclusivamente del mundo, su lógica y sus leyes.