Un sobrecogedor relato sobre los claroscuros del altruismo en la Barcelona indigente. Un día de comienzos de verano en Barcelona, Nazario se cruza como siempre con Mich, un alcohólico, postrado ahora en silla de ruedas, al que lleva años fotografiando desde su ventana. En todo ese tiempo, jamás se había atrevido a dirigirle una palabra, una sonrisa o una mirada, temeroso de que sus repetidos encuentros pudieran crear entre ellos un vínculo que lo obligara a entablar una relación que no deseaba. Esa mañana de verano, sin embargo, Nazario se aventura a hablar con el hombre, y el gesto termina desencadenando una extravagante relación con el grupo formado por Mich, Helga, Moisés y Omar, a quienes acabará alimentando y ofreciendo conversación a diario.Tras la muerte de Alejandro, su compañero a lo largo de treinta y seis años, y, meses más tarde, la de su único hermano, al que adoraba, todo en la vida de Nazario se ha desmoronado de golpe —o lo irá haciendo poco a poco—. Viudo y huérfano, la soledad ha ido minando su cotidianidad y, en este desbarajuste emocional, la relación filantrópica con el grupo abanderado por Mich, el «gran tirano», se revela una especie de objetivo vital.Con Crónicas del gran tirano, Nazario deja a un lado su mirada más descarada e irreverente para ofrecernos un retrato sobrecogedor de la Barcelona en los márgenes de la indigencia, un testimonio extraordinario de aquello que, con todos sus matices y contradicciones, nos impulsa a ayudar a los demás.