Un elogio a la felicidad y al amor sin condiciones.
Han pasado seis meses desde la muerte de mi madre. No he sido capaz de afrontarla hasta que un desconocido ha aparecido en mi vida de una manera sorprendente, apremiándome para que resuelva los asuntos pendientes. He de aceptar una herencia que, aunque resolverá mi vida, me atará definitivamente a la de mi familia. No estoy segura de que sea eso lo que quiero: perder mi independencia. Además, no es algo simple, nada de firmar unos papeles en el notario, no. Primero he de instalarme en su casa durante tres meses y seguir las instrucciones que me ha dejado en seis cartas. ¿Por qué tanto misterio? ¿Quién es este Paul Dombasle que, también fallecido, me ha traído hasta París para hacerme un regalo extremadamente valioso? ¿Y mi madre? ¿Quién era realmente mi madre?
Con estas preguntas comienza para Miranda Herrera un camino lleno de misterio, descubrimiento, peligro y «días rojos» esos en los que de repente tenemos miedo y no sabemos por qué, que la llevará, a través de las extraordinarias vidas de su madre y de su abuela, al amor sin ataduras ni convenciones que tantos se empeñan en negar.
Cazar leones en Escocia es un elogio de la maternidad, la felicidad y el amor sin condiciones que dos generaciones de mujeres se atrevieron a sentir contra viento y marea en un tiempo y un lugar lleno de prohibiciones y etiquetas.
«A través de una historia llena de complicidades y pasiones Cruz nos muestra que las mujeres nos liberamos cuando aceptamos nuestra herencia», Gemma Nierga