Vivir en el siglo XXI es todo un desafío. Hay demasiados problemas sociales, laborales, económicos y también de salud. Es difícil conseguir un empleo y también conservarlo. Hay mucha competitividad, y las personas se disputan los puestos de trabajo en forma ardua y muchas veces indiscriminada. Y los autónomos y las grandes empresas también sufren este caos. Y en lo que respecta a los problemas sociales, son enormes, tanto en la propia casa como en el entorno laboral y en los demás centros de reunión. Hay disputas entre los mismos miembros de la familia, hijos contra padres, nueras yernos contra suegras y suegros; altercados y enfrentamientos con tíos, primos y demás parientes. Y esas crisis se ven reflejadas en todo ámbito. Además, la insolencia y el descaro han aumentado en forma exponencial, y también la falta de credibilidad en el prójimo. Por eso, es muy difícil encontrar personas confiables y amigos fieles. Todo esto es algo que se ha desencadenado en forma abrupta en los últimos años. Y los sabios ancestrales nos advirtieron que vendría una época así, y nos revelaron la clave para salvarse de