Unos fueron queridos, otros respetados y algunos incluso odiados. Pero, si hay algo claro, es que casi nunca dejaron a nadie indiferente. ¿Qué significa ser «consorte real»? Pareciera que el papel de la esposa o el esposo de las monarquías europeas quedara siempre relegado a las funciones que, desde la propia Casa Real, se le quieran atribuir. Ellos no sancionan ni promul- gan leyes, pero tampoco convocan o disuelven las Cortes Generales. A diferencia del soberano, no tienen ni obliga- ciones ni responsabilidades: son las apretadas agendas de reyes y reinas las que han ido llenando de actos, viajes o eventos oficiales las vidas de sus parejas. Sin embargo, el rol de estos personajes en la Corte no ha sido por ello menos importante: a lo largo de la historia han representado un papel institucional y han servido, con mayor o menor for- tuna, a los intereses de la Corona.