Loren y su hermana Rata ya se han enfrentado a otras maldiciones que parecen salidas de los cuentos clásicos. Sin embargo, no han logrado despertar a sus padres del extraño sueño en el que siguen sumidos. Y, lo que es peor, el causante de las maldiciones, el diablo Cojuelo, ¡se sigue paseando por su propia casa! Loren no puede quedarse de brazos cruzados.