DesConectados ofrece una nueva visión de la naturaleza humana y de los problemas sociales. La conexión es el rasgo humano más esencial: determina nuestro comportamiento y nuestro nivel de bienestar. La crueldad es el resultado de un sentimiento de desconexión, mientras que la «bondad» surge de la conexión. Por desgracia, las personas más desconectadas gravitan hacia los puestos de poder, lo que conduce a la patocracia, la forma de gobierno más común durante el siglo XX. Las sociedades desconectadas son patriarcales, jerárquicas y belicosas. Las sociedades conectadas son igualitarias, democráticas y pacíficas. Podemos medir tanto el progreso social como el desarrollo personal a lo largo de un continuo de conexión. En el nivel más esencial, siempre estamos interconectados. El altruismo y la espiritualidad son experiencias de nuestra conexión fundamental. En el nivel más desconectado, encontramos terribles patologías encarnadas en líderes del pasado como Hitler, Stalin, Mao, y en muchos otros de nuestro inquietante presente. Tomar conciencia de nuestra conexión es la única forma de vivir en armonía con nosotros mismos, con los demás y con el mundo.