Cuento acumulativo, inspirado en una antigua canción folk canadiense (en su versión inglesa), que narra la historia rocambolesca de una cabra cuya hambre no tiene fin, capaz de comerse todo lo que encuentra en su camino: sacos de harina, zapatos viejos, clavos oxidados, cubos, sartenes...
Lo que al principio llena de orgullo a su dueñosobre todo porque la cabra alcanza un tamaño descomunal, pronto no resulta tan ventajoso.
Esta historia, extravagante y humorística, fue publicada originalmente en 1964, con las ilustraciones, incluidas en esta edición, de Abner Graboff, artista norteamericano que destaca en su trabajo como ilustrador de libros infantiles por el brillante uso de las formas y el color, así como por el diseño, tanto en la composición de escenas como en la creación de personajes.
La cabra tragona es una pieza de coleccionista, inédita hasta ahora en nuestra lengua, cuyo texto mantiene la sonoridad del lenguaje y los juegos de rimas, además de otros recursos típicos de los cuentos de fórmula, como la hipérbole y la exageración.