El nuevolibro de la autora ganadora del Grand Prix Madame Figaro y finalista del LiBeraturpreis: el último fenómeno de la literatura en español, traducida a treinta idiomas y comparada con Borges y Coetzee por la crítica internacional «Sencillamente, magistral».
Fernando Aramburu«SainzBorgo habla sacando las palabras de las vísceras más secretas».
Antonio Lucas, El Mundo«Schubert: una criatura pintada en óleo sobre cobre, un hombre que despierta la sed en quienes lo miran, un personaje de cuyo pecho parte el kilómetro cero de una isla que la intérprete se propuso contar, aunque del intento quedara, apenas, este puñado de sal. Bienvenidos a la isla del doctor Schubert».En este relato de imaginación desbordante y gran belleza, Karina Sainz Borgo mezcla la realidad con lo fantástico y el mito para levantar, con una prosa cuidadísima y muy poética, un mundo nuevo centrado en una isla imaginaria donde habita el doctor Schubert, medio médico y medio aventurero. Esta historia, a la que acompañan las sugerentes ilustracionesde Natàlia Pàmies, conectaconlos grandes libros de aventurasy fantasía de todos los tiempos, de la Odisea, de Homero, a La isla del doctor Moreau (a la que homenajea en el título), de H. G. Wells; La isla del tesoro, de Stevenson, o los relatos más celebrados de Jack London y Emilio Salgari.Críticas:
«Ecosde Borges. [...] Su escritura es tensa y compleja, como la de Coetzee».
The New York Times«Sainz Borgo escribe a balazos, con estructuras cortas -ya sean frases, párrafos o capítulos- efectivísimas que atrapan y queman como tragos de absenta Rodnik».
Jesús Fernández Úbeda, Zenda«ResuenanGarcía Márquez, Vargas Llosa o Juan Benet. [...] Una escritora total, absolutamente sumergida en la literatura.»
César Suárez, Telva«Una escritora árida [...] que construye imperios de carne y palabras sobre tierras secas, devastadas, infértiles, tierras arrasadas por lo funesto, por lo trágico, por lo poderoso e ilegítimo; pero, a pesar de ello, tierras en las que aún combate. En las que aún eleva la frente, sola. Tierras en las que aún escribe porque ésta es su forma de devolver el golpe.»
Lorena G. Maldonado, El Español