En este brillante ensayo Chiaromonte reflexiona sobre la paradójica relación de los individuos con los acontecimientos históricos que asolaron Europa desde las guerras napoleónicas asta la Primera Guerra Mundial. Para ello, revisita la obra de Stendhal, Tolstói, Martin du Gard, Malraux y Pasternak, que ofrecieron representaciones demoledoramente críticas de la fe en la Historia y las utopías basadas en la ideología
del progreso necesario de la humanidad: los sueños de la Razón produjeron monstruos que desembocaron en los totalitarismos del siglo xx. Pero además, Chiaromonte descubre en todos estos autores una idea de la razón más modesta y humana, consciente de que apenas comprendemos parcialmente el curso de los acontecimientos, porque nuestra existencia es un diminuto fragmento de una totalidad impenetrable. La paradoja de la historia es una reflexión lúcida y honesta sobre la hybris y sobre el lugar que ocupamos en el mundo.