La fiscalidad y el crédito público han estado siempre en el centro de los debates sobre los orígenes de la España Moderna. Por eso, los historiadores se han preguntado siempre por la responsabilidad que cabe atribuir a la política fiscal y financiera en el ascenso y posterior declive económico y político de la Monarquía española en la época de los Austrias. El aumento del gasto de la Monarquía exigió la movilización de grandes recursos a través del sistema tributario y de la emisión de deuda pública que propiciaron la aparición de importantes cambios e innovaciones fiscales y financieras, tanto en Castilla como en otros estados de la Monarquía.