Segunda entrega de esta adaptación de Lovecraft.Al norte de la región central de Massachusetts, allí donde el chirrido agorero del chotacabras resuena entre los antiguos círculos de piedra que coronan las colinas, se extienden las tierras malditas de Dunwich. Durante la fiesta de la Candelaria de 1913, ya entrada la madrugada, Lavinia Whateley da a luz a un niño, de padre desconocido, en las afueras de la aldea. El alumbramiento de la criatura llega acompañado de otras extrañas señales, puesto que el viejo Whateley muy pronto empieza a comportarse de manera inusual.
Este excéntrico comportamiento es la causa de que, a medida que pasa el tiempo, se extienda por el pueblo una marcada animadversión hacia la familia. Llegada la fiesta de la cosecha de 1924, el viejo Whateley muere legándole a su nieto un enigmático mensaje, tras lo que la propia Lavinia desaparece sin dejar rastro. Solo y sin nadie que lo ayude, Wilbur alcanza la edad adulta volcado en llevar a cabo la misión que le ha sido encomendada: abrir el portal maldito, llamar al vacío y allanar el camino para que los Ancianos puedan regresar a este mundo...