Durante el último cuarto de siglo, Paco de Lucía provocó, casi sin ayuda, la evolución del flamenco, de un arte popular cerrado y ligado a la tradición, a una vibrante forma de arte internacional. Tomó una música moribunda en manos de una generación moribunda y quejumbrosa y le dio una vitalidad que la hizo accesible a los jóvenes de todo el mundo. Respetando en todo momento los cánones tradicionales de ritmo y forma, su creatividad y su incansable búsqueda de la libertad han supuesto cambios drásticos en todos los ámbitos del flamenco dotando a los artistas de este género, de una dignidad que antes no poseían. ?Me parece magnifica, la sensibilidad con la que están reflejados los matices. Creo que has intuido de una manera magnífica los rasgos de Paco. Difícil en un hombre con tantos matices? (Casilda Varela, al autor)