En realidad, se trata de la amalgama de varias subcolecciones de origen y antigüedad diferente: colección principal (minerales, rocas, fósiles), colección secundaria (y su anexo), colecciones de la Comisión del Mapa Geológico de España (minerales y rocas). Las investigaciones histórico-mineralógicas llevadas a cabo sobre las mismas nos permiten concluir que se trata de una de las colecciones documentadas más antiguas del mundo, al remontar su origen cerca del primer cuarto del siglo XVIII. El grueso principal de la colección, conformada por el boticario de los Reales Ejércitos, José Hortega, fue adquirido por el Real Cuerpo de Artillería en 1817 para la enseñanza a los caballeros cadetes del Real Colegio de la Chímica mineralógica, imprescindible en el noble arte de fabricar la pólvora, piedras de chispa y la fundición de piezas artilleras. El etiquetado histórico de las piezas permite reconstruir las clasificaciones históricas utilizadas en mineralogía, petrología y paleontología, lo que le otorga un enorme valor histórico-científico y potencialidad didáctica y educativa a este patrimonio del Ejército español.