Esta obra clásica de Toshihiko Izutsu, profesor honorario en la universidad japonesa de Keio, ha tenido con el tiempo una decisiva influencia en todas las investigaciones posteriores sobre Ibn' Arabî y el sufismo, y ha significado una perspectiva nueva en los estudios comparativos de filosofía y misticismo. Su principal propósito es establecer un símil estructural entre la cosmovisión sufí y la taoísta.