"Pocas semanas antes de morir, Joan Margarit dejó terminados los poemas que componen Animal de bosque, la obra a la que dedicó las energías del último tramo de su vida, aprovechando la mirada nítida que él atribuía a una senectud vivida sin trampas. Margarit, que había terminado un año atrás su «antología personal», publicada bajo el título Sin el dolor no habríamos amado, consideraba Animal de bosque «el mejor de mis libros».