: Cristóbal Domínguez Durán posee una habilidad rarísima: su poesía une la reflexión ética a la nitidez de las imágenes. Por eso suena tan clásico, tan ajustado a una dicción transparente y lírica; y a la vez tan ágil y flexible, entrando sin miedo en asuntos bien contemporáneos. Por eso nunca es frío ni cursi. Y por eso es difícil olvidar estos poemas cuando se han leído. Fascinante. CARLOS PARDO