El lenguaje oficial sobre la igualdad de género es un repertorio de violencia: acoso, violación, abuso, feminicidio. Estas palabras designan una cruel realidad, pero ¿no ocultan otra realidad, la de la violencia cometida con la complicidad del Estado? En este libro, Françoise Vergès denuncia el giro de la seguridad en la lucha contra el sexismo. Al centrarse en los «hombres violentos», no se cuestionan las fuentes de esta violencia. No hay duda, el capitalismo racial, el populismo ultraconservador, el aplastamiento del Sur por las guerras y el saqueo imperialista, los millones de exiliados o la escalada carcelaria ponen las masculinidades al servicio de una política de muerte. Vergès nos insta a rechazar la obsesión punitiva del Estado en favor de la justicia reparadora. Una comprensión decolonial y feminista de la violencia nunca ha sido tan obligatoria como hoy para imaginar futuros de liberación. «En este contundente desafío decolonial al feminismo carcelario, Francoise Vergès aclara por qué es necesario un enfoque estructural de la violencia. Si queremos entender cómo el capitalismo racial está