Tras Desde el amanecer, la autora Premio Nacional de las Letras Españolas publicó esta otra novela en 1976, también basada en material autobiográfico, en la que se narran las experiencias de dos niñas en el Madrid del principios del siglo XX y reflexiona sobre las cuestiones básicas de la existencia. «[Una] sensibilidad lingüística fuera de serie.»
Marta Sanz Al principio vemos a una niña sentada en una silla, quitando hilos de un paño de lino. La luz de la tarde ilumina su rostro concentrado en una labor primorosa; es como si Isabel tuviera que demostrar a cada rato que merece un lugar en aquel piso donde vive su amiga Elena, la chiquilla que lo sabe todo y todo lo organiza a su gusto porque la casa entera y la familia están a sus pies. Luego, cuando se haga de noche, Isabel subirá al desván, donde vive con su madre, pues de su padre sabemos lo justo como para no hacer más preguntas. El futuro pide paso y pronto habrá que ir a la farmacia para comprar litines y charlar con Luisito, el hijo del farmacéutico, que toca las trenzas rubias de Isabel como si en ese gesto se le fuera la vida, mientras en el caserón sigue el trasiego de vecinas y la calle se abre con nuevas propuestas. El barrio entero se convierte en un personaje más de este espléndido retablo de Madrid a principios del siglo XX, un lugar y un momento que Rosa Chacel ilumina con su talento para recrear su propia infancia desde las emociones en estado puro. Barrio de Maravillas, que se nutre de la vida de la autora pero es a la vez una espléndida novela, nos muestra un «yo» recordado y narrado con todas las armas de la buena literatura: las balas llegan lejos y pueden servir de guía para las nuevas generaciones. «En Barrio de Maravillas pienso hacer mi caricatura despiadada, como solo Cervantes la hizo.»
Rosa Chacel Reseñas:
«[Su] inconmensurable capacidad de observación preside una novela en la que el método de transformación de la realidad es admirable.»
Javier Marías «Una prosa soberbia, en un lenguaje preciso, justo, y en un uso mágico de la palabra, mágico no en el sentido de poético, sino en el de alquímico.»
Ana María Moix «De esas pocas personas de las que esperaba siempre no decires, sino revelación. Cuando [la] leo es lo mismo.»
María Zambrano «Las palabras de Barrio de Maravillas se dirigen directamente al ojo y al oído, y página tras página, asistimos a una obra que, como el cine, se desarrolla en el tiempo y en el espacio.»
Clara Janés, El País «La obra de Rosa Chacel es un arrebato incesante.»
Claudio Guillén «[Chacel] convierte toda la literatura en absoluta sinestesia: cómo un olor te trae un recuerdo y el recuerdo una oscuridad que eres capaz de tocar.»
Álvaro Macías, 20 Minutos «Trasunto de la introspección más exhaustiva y rigurosa, [su obra] nunca ofrece fruta del tiempo, de ningún tiempo, sino descarnada intemporalidad, interiorización del tiempo.»
Carmen Martín Gaite «Una novela con mucho de la infancia de su autora, que nos traslada, desde una buhardilla hasta la calle.»
Marie Claire «Un ejercicio de introspección [que] capta el ambiente del Madrid de la época, un ambiente de balcones y máquinas Singer.»
Luis de la Cruz, elDiario «Una autora que supo situarse a la vanguardia de los años veinte sin descuidar la más fecunda tradición intelectual española.»
Ana Rodríguez Fischer, El País «Inquieta, curiosa y atrevida. [...] Es el momento de recuperar a esta gran olvidada de la generación del 27.»
Darío Luque, Anika Entre Libros