«A veces la historia se convierte en una especie de madeja enredada de la que no se puede sacar nada, por mucho que tires de un extremo. Pero otras veces las casualidades te abren unas puertas a las que tú ni siquiera has llamado.» Cuando Victoria, la mujer con la que vivía, muere en un accidente de coche, Matías Ferré cae en una profunda depresión y abandona su trabajo de profesor de historia. Con el paso del tiempo consigue salir del abismo y obtiene una plaza de bedel en el Archivo Histórico de Barcelona. Diez años después del accidente, el encuentro fortuito con un antiguo colaborador de Victoria lo pone en la pista de una investigación en la que ella trabajaba cuando murió. Se trata del atentado anarquista del Corpus en Barcelona, que en 1896 provocó varias muertes, numerosos heridos y una represión brutal y desmedida que mereció una denuncia internacional. En el centro de esta historia surge el personaje de Ezequiel Deulofeu, presunto autor del atentado, cuya vida atrapará, más de un siglo después, al joven Ferré. Dos destinos cruzados que demuestran que el azar puede marcar nuestras vidas. Una novela sobre la importancia de no enterrar la memoria de los acontecimientos y de las personas que nos precedieron.