Desde sus orígenes como servicio de información interno hasta su expansión en la década de los noventa, el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) trascendió su papel de servicio de inteligencia para convertirse en una herramienta de control político que dejó una profunda marca en la historia de España. Después de la crisis desatada por el intento de golpe de Estado del 23-F, Emilio Alonso Manglano asumió el liderazgo de la inteligencia española. Su designación, destinada a modernizar el Centro, desencadenó catorce años de un control dictatorial que transformó al CESID en un órgano al servicio no solo del PSOE, como erróneamente se ha creído, sino del entonces vicepresidente del Gobierno de Felipe González, Narcís Serra. Este poderoso tándem Manglano-Serra manejó un «Estado dentro del Estado», marcado por escándalos como las escuchas ilegales a figuras públicas, incluido Juan Carlos de Borbón. Antonio J. Candil, testigo privilegiado desde dentro del CESID durante una década crucial, aporta una mirada única y reveladora de todos estos hechos. Además, en formato de memoria parcial, el autor relat