Una madrugada de los años sesenta en Tokio, un cadáver aparece bajo las vías del tren. El rostro de la víctima, gravemente perjudicado, hace muy difícil que la policía pueda identificarlo. Tan solo cuentan con dos pistas: un señor mayor al que alguien escuchó dirigirse a un joven en un singular acento, y la palabra «kameda». El inspector Imanishi abandona su preciado bonsái y sus haikus y se lanza a investigar un caso que acaba resultando un callejón sin salida. Los meses transcurren entre pistas e interrogatorios infructuosos y finalmente el caso queda sin resolver. Pero Imanishi no está conforme y una serie de coincidencias le hacen regresar a él. ¿Qué llevó a una joven a desperdigar trozos de papel desde la ventanilla del tren? ¿Por qué una camarera de bar se marchó a casa justo después de que Imanishi hablase con ella? ¿Cómo es posible que un actor a punto de revelar algo importante a Imanishi muera súbitamente de un infarto?
Publicada en 1961 y continuamente reeditada en todo el mundo, esta novela añade otra pieza imprescindible al clásico universo de Matsumoto.
«Una investigación policiaca en la