Pintor, escultor, inventor, ingeniero, urbanistaà, Leonardo da Vinci exploró todos los campos del saber. Este genio universal, para quien la pintura era la expresión visual de un todo, ha sorprendido a menudo a sus admiradores por la vertiente esotérica de sus obras. Paul Vulliaud demuestra a lo largo de este estudio que la obra pictórica del genio toscano está llena de símbolos, signos sensibles a través de los cuales el artista ha expresado de un modo velado su trascendente pensamiento. Como escribe Louis Caillet en su Manuel bibliographique des Sciences Psychiques ou Occultes 'sospechábamos que el pintor era un iniciado, el autor lo demuestra'. 'La tesis de Vullaud se apoya en dos telas que se encuentran en el museo del Louvre: el San Juan y el Baco'. El libro es, al decir de Caillet, 'un verdadero descubrimiento en el campo de la estética'.