A través de las anécdotas de su vida, Juan Soto Ivars construye una reflexión sobre la distancia pertinente que debiéramos establecer entre los autores y sus obras.El noruego Knut Hamsun nació en la miseria, trabajó desde niño, vendió zapatos, aró los campos, puso raíles de vías como emigrante en América, fue a la escuela 252 días en toda su vida y se convirtió en una gloria literaria nacional, con el premio Nobel de Literatura. Sus novelas, tal vez precisamente gracias a las lagunas de la cultura del autor, fueron como asteroides venidos de otra galaxia. Celebrado por autores como Thomas Mann, Stefan Zweig, John Fante, Paul Auster o Franz Kafka como el padre de la literatura psicológica, malogró sin embargo su legado con sus opiniones políticas. Hamsun apoyó, con absoluto entusiasmo, al invasor nazi que conquistó su país. ¿Cómo logró la gloria? ¿Fue la adulación al nazismo la peor característica de su personalidad? A través de las anécdotas de su vida, Juan Soto Ivars construye una reflexión sobre la distancia pertinente que debiéramos establecer entre los autores y sus obras.