Historias de parejas, de amigos, de personajes solitarios y desubicados que conviven con el desamor, la frustración, el fracaso, la falta de expectativas y los errores cometidos en el pasado. Son los detalles mínimos de cada día lo que hace relevante un presente continuo que roza la infelicidad. Una llamada, un niño que quiere pintar al óleo, un regreso a casa, un autobús abarrotado de gente, una chiquillada, una infidelidad Elementos casi sin importancia, que podrían engordar cualquier encuesta estadísti-ca como un dato poblacional más, pero que se transforman en el punto de ignición de una explosión vital, de un giro imprevisible del que los personajes no volverán de la misma manera.