Desmonta las teorías racistas que condujeron en el siglo XX a la matanza de millones de seres humanos y que hoy siguen perpetuando la pobreza y la injusticia social. Gould estudia los diversos intentos realizados a lo largo del tiempo para medir la inteligencia humana: primero mediante los cráneos, más tarde por medio del coeficiente intelectual y, finalmente, con análisis sociológicos como la curva de Bell, siempre reafirmando la naturaleza hereditaria de la capacidad intelectual y, por ende, la inutilidad de cualquier esfuerzo cultural y educativo.