Tanizaki se sirve de la figura de Yaichi, un músico y masajista ciego, para recrear el universo femenino, y siempre ignorado, del Japón medieval. El ciego sirviente formará parte del séquito más íntimo de la dama Okichi, esposa del señor Nagamasa, de quien se convertirá en su más devoto admirador. La acompañará fielmente en los sinsabores de la vida, en sus tragedias y en sus escasas alegrías, y será testigo directo de acontecimientos claves de la historia japonesa a través de la vida de Okichi y de sus tres hijas, todas ellas personajes históricos a la sombra de los grandes hombres de su época. Tanizaki da voz a unas mujeres (madres, esposas e hijas) que quedaron silenciadas y ocultas tras el velo de la Historia.en una historia divertida y oscura, graciosa y delirante, y aprovecha el trayecto para reflexionar sobre esa secuela de la libertad a la que llamamos indecisión.
«Un autor genial. Hago bien en copiarme de él».César Aira
«Lo disfruto como loco».Alejandro Zambra
«En la obra de Pablo Katchadjian la literatura se mira en el espejo. Nunca fue tan bella, nunca tan extraña. Voy a su obra como los