Una mujer única: nadie como ella supo manejar la frivolidad y la manipulación para convertirlas en un arte.Si ha habido una mujer destinada a brillar, esa es Beatriz Calanda, cuya vida exagerada y excesiva recorre los sesenta últimos años de la historia de España. Carne de las revistas de sociedad, con una vida cincelada a golpe de glamour, escándalos y exclusivas, gran dama de la jet-set madrileña, todo el mundo sabe perfectamente quién es Beatriz Calanda y quiénes fueron sus cuatro maridos (un actor de moda, un gran intelectual de izquierdas, un aristócrata y un banquero).
Sí, todos la conocen, pero muy pocos, ni siquiera sus maridos, mucho menos sus hijas, saben quién era en realidad. Para descubrir qué se oculta tras esta deslumbrante fachada habrá que viajar al pasado, a su adolescencia en el Madrid de la Transición y a la juventud de su madre durante los oscuros años de la posguerra.
En una historia que nos remite a La feria de las vanidades, de W. M. Thackeray, Carmen Posadas elabora una irónica y desopilante vivisección de la tan exclusiva como hermética alta sociedad madrileña.